Una novedosa investigación, por parte de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, muestra que las proteínas clave, conocidas por su capacidad preventiva contra infecciones víricas mediante la inducción de muerte celular, pueden bloquear ciertas infecciones bacterianas sin producir la destrucción de la célula huesped.
Más que destruir células huésped infectadas por Listeria en el tracto intestinal, las proteínas RIPK3 y MLKL reconocen la composición química de la bacteria y, MLKL se liga a la misma, previenen la propagación de Listeria mientras mantiene las células huésped vivas.
«Mientras que hemos demostrado que estas proteínas tienen una función diferente en células epiteliales intestinales que sobre células inmunes, aún seguimos poco seguros sobre cómo o por qué sucede esta diferencia» comenta Jun Ninomiya-Tsuji, Profesor de Ciencias Biológicas y co-autor de la presente publicación.
Los investigadores, liderados por Kazuhito Sai, investigador asociado en toxicología y co-autor de dicha publicación, en primer lugar emplearon células intestinales humanas para mostrar que las células deficientes en RIPK3 se infectaban con Listeria mientras que las células ricas en RIPK3 tenian menos infecciones. Posteriormente, los investigadores emplearon ratones para observar si la Listeria podría alcanzar el hígado del ratón mediante invasión de las células intestinales. Encontraron infecciones por Listeria en ratones deficientes de RIPK3 pero menos casos de Listeria sobre ratones normales.
Seguidamente, mostraron que RIPK3 y una proteína que trabaja conjuntamente a ella, MLKL, se activaban en presencia de Listeria. Esta ruta proteica activada inhibía la réplica de Listeria, mostrando que las proteínas encerraban de forma efectiva la Listeria.
Por último, y más sorprendente, los investigadores mostraron que la activación de RIPK3 y MLKL por Listeria no producían la muerte celular. En su lugar, las proteínas MLKL se enlazan apropiadamente con la Listeria, parando su propagación.
«Estas proteínas inducen la muerte celular para prevenir ciertas infecciones, particularmente en células inmunes» señalaba Sai. «Induciendo la muerte de células epiteliales en el tracto gastrointestinal puede causar la eliminación de una barrera importante frente a virus y bacterias, así que es posible que estas proteínas reconozcan que matar estas células pueden hacer que la situación empeore en vez de mejorar».
Investigaciones futuras buscarán entender cómo y por qué estas proteínas toman diferentes aproximaciones — induciendo la muerte celular o no — para evitar la bacteria en el tracto gastrointestinal, señalaban los investigadores.
Puede consultar la publicación completa en el siguiente enlace: http://jcb.rupress.org/content/218/6/1994