La crisis del coronavirus limpia el aire de Madrid

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Las limitaciones a la circulación y el estado de alarma impuestos por Gobierno han provocado una reducción del tráfico rodado importante. Además, las lluvias del lunes facilitaron que los niveles de contaminación de dióxido de nitrógeno descendieran en la capital hasta un 57% respecto al lunes anterior, cuando no se había decretado el confinamiento y los colegios seguían abiertos.


Madrid empieza a respirar aire limpio. Así lo reflejan los datos del Sistema de Vigilancia de la Calidad del Aire del Ayuntamiento, que evidencian la incidencia que el coronavirus está teniendo en el descenso de emisiones, además de poner sobre la mesa la estrecha relación entre la actividad económica del ser humano y las emisiones contaminantes a la atmósfera.

Según los datos oficiales, los resultados globales del lunes, primer día laboral en confinamiento, arrojan una calidad del aire «muy buena», tanto en partículas PM 2.5 y PM 10, como en ozono, dióxido de nitrógeno (NO2) y dióxido de azufre (SO2), algo difícil de ver en un día normal.

Los datos contrastan con los resultados de lunes anterior, 9 de marzo, cuando el Gobierno todavía no había decretado el estado de alarma que impide salir a las calles salvo causa mayor y los colegios permanecían abiertos. En esta fecha, los datos del boletín diario del Ayuntamiento no fueron del todo malos, en lo que se refiere a PM 2.5, PM 10 y SO2. Las diferencias más evidentes con el estado atmosférico actual tienen que ver con el NO2, uno de los principales contaminantes de la ciudad. Así, antes de que la pandemia apartara la vida cotidiana de las calles, los resultados eran calificados por el Consistorio como «regulares» tanto en el interior de la M30, como en el sureste y el noreste de la capital.

Esta calificación de «regular», tipificada con un color amarillo en los informes diarios de calidad ambiental, quiere decir que había una concentración media de 101 miligramos de NO2 por metro cúbico (mg/m3) durante el 9 de marzo. Una semana después –el primer lunes de confinamiento–, los datos de esta sustancia se sitúan entre tendrían una media de 43 mg/m3 de NO2 en el global de la ciudad, con las zonas del interior de la M30 y las estaciones del noreste representando los picos más alto de contaminación. Es decir, una disminución de cerca del 57% de las partículas de dióxido de nitrógeno.

En cualquier caso, el descenso medio de esta sustancia en la atmósfera madrileña no es del todo positivo, ya que los límites aconsejados para la salud humana están en los 40mg/m3 de NO2 de media anual, por lo que todavía se necesita tiempo y prudencia para poder analizar de manera más nítida cuáles son los efectos que está teniendo el coronavirus en la atmósfera de la capital, una de las ciudades con mayor concentración de partículas contaminantes diarias de España.

La mejora de la calidad de la atmósfera, no en vano, tiene también una gran dependencia de las condiciones meteorológicas, ya que la falta de lluvia facilita que las sustancias contaminantes como el NO2, el ozono o el PM 2.5 PM 10 tiendan a permanecer más tiempo suspendidas en el aire. En ese sentido, la bajada de temperaturas producida el mismo lunes y las precipitaciones que acontecieron durante la jornada son elementos que, combinados con el confinamiento, han facilitado que el aire pueda purgarse de gases contaminantes.

Una de las claves de este ligero descenso de contaminantes atmosféricos podría tener que ver con el periodo de confinamiento, pero sobre todo con las restricciones al tráfico que han hecho que el uso de vehículos privados en la M30 –una de las principales vías de acceso de la capital– se haya reducido el lunes un 58% y un 38% en las calles que quedan en el interior de la autopista que rodea Madrid, según los datos proporcionados por el Ayuntamiento. Tanto es así, que desde el Área de Movilidad recalcaban a los medios que la hora punta ha pasado a ser «inexistente».

El transporte es el principal contaminante de Madrid y de España, en tanto que las emisiones de gases de efecto invernadero que llevan asociadas suponen el 25% del total, siendo el tráfico rodado el que más contamina de todos, según los datos oficiales del Ministerio de Transición Ecológica. En ese sentido, la escasa circulación de vehículos privados durante los próximos días de crisis podría mejorar aún más la concentración de partículas en la atmósfera, dependiendo de las circunstancias meteorológicas que se presenten durante el periodo de estado de alarma.

Fuente: www.publico.es