Si bien los responsables políticos son actores cruciales en la protección de nuestro planeta, todos debemos ser guardianes del mundo en el que vivimos, por lo que todos tenemos que poner de nuestra parte. El cambio climático no conoce fronteras; su impacto se siente en todas partes y nuestra salud es especialmente vulnerable a problemas ambientales como el aire sucio. Quizás sin darse cuenta, la mayoría de los habitantes de la ciudad se están acostumbrando a ver, oler y probar toxinas todos los días.
El Acuerdo de París entro en vigor en Noviembre de 2016. Su objetivo es fomentar una respuesta global unida a la amenaza del cambio climático. Esta acción de alto nivel es urgente y necesaria ya que las emisiones de carbono continúan calentando nuestro planeta y los océanos. Los científicos pronostican que un aumento de dos grados por encima de los niveles preindustriales tendrá un impacto catastrófico en la civilización y todos debemos unir fuerzas para garantizar un futuro sostenible.
Las ciudades son focos de toxinas en el aire. En zonas muy masificadas, en el entorno de los edificios o junto al tráfico nuestros pulmones, ojos, y bienestar general están siendo constantemente «atacados» por contaminantes. Además, la mita de la población mundial vive en espacios urbanos con una población en aumento: se preve que el 69% de la población mundial viva en las ciudades para 2050. A medida que las ciudades crecen, deben hacerlo conscientemente y prestar atención al desarrollo sostenible en lugar de la industrialización a cualquier precio. Esto ha llevado al aumento de las «ciudades verdes», un término que reconoce la necesidad de crecimiento con el menor daño posible al medio ambiente.
Construyendo ciudades verdes
Los paisajes urbanos tradicionalmente priorizan la función sobre la forma, la eficiencia sobre la estética. Si bien algunos arquitectos y urbanistas innovadores lograron en el pasado combinar ambas, el entorno natural a menudo se sacrifica para obtener ganancias financieras.
Las ciudades verdes piensan de manera diferente. Hay un mayor entendimiento de que un ambiente sano no es solo clave para una sociedad saludable, si no también para el éxito empresarial y el crecimiento económico, ya que dentro de esa sociedad se encuentran sus empleados. Las personas que viven en ciudades más limpias disfrutan de un mayor bienestar y crean empleados más saludables y productivos. En otras palabras, el desarrollo sostenible puede tener un efecto positivo en el resultado final de una empresa, así como en el PIB de un país.
Las plantas reducen el calor.
Las ciudades actúan como islas urbanas que pueden atrapar el calor durante días sin respiro. En días particularmente calurosos, los edificios y las carreteras simplemente absorben e irradian calor, elevando las temperaturas en relación con las áreas menos desarrolladas circundantes. A medida que crecen las poblaciones urbanas, este problema solo empeorará.
Las plantas pueden enfriar significativamente las ciudades al absorber el sol, sombrear edificios y calles, y a través del proceso de evaporación. En Singapur, por ejemplo, la torre de oficinas CapitaGreen utiliza una fachada llena de plantas para reducir los niveles de calor en un 26%.
Las plantas absorben la contaminación y el dióxido de carbono.
Los muros vegetales son elementos muy característicos y de gran impacto visual (positivo) que pueden transformar el aspecto y la salud de una zona de la ciudad. Las plantas toxinas del aire, como dióxido de carbono, metales pesados, polvo, vapores del tráfico rodado y otros contaminantes. Limpian el aire y crean un amibente mucho más saludable para que los humanos vivan y trabajen.
Expresado numéricamente, un árbol puede eliminar 12kg de dióxido de carbono de la atmósfera cada año. Esto equivale a más de 15.000 kilómetros de emisiones de automóviles. Un acre de árboles puede eliminar 13 toneladas de partículas y gases al año y 250 metros cuadrados de hierba pueden liberar suficiente oxígeno para que una familia de cuatro pueda respirar. ¡El poder del verde no debe ser subestimado!
El poder de las plantas de interior
Muchas personas suponen que se puede evitar el aire tóxico si se dirigen al interior. Como resultado, la mayoría de las personas en los países industrializados pasan más del 80% de sus vidas en el interior. Sin embargo, según la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA), la contaminación en interiores en entornos de trabajo puede ser de dos a cinco veces mayor que la contaminación en exteriores.
En un famoso experimento de la NASA publicado en 1989, se descubrió que las plantas interiores limpian el aire de compuestos cancerígenos como el formaldehído y el benceno. Y cuanto más grande y frondosa sea la planta, mejor.
Las plantas pueden ayudarlo a respirar mejor y darle un impulso emocional para el día. No es tan sorprendente notar que la exposición a la naturaleza puede reducir significativamente el estrés, así como aliviar los síntomas de ansiedad, depresión y TDAH. Las áreas urbanas con espacios verdes, frondosos y sombreados son lugares muchos más felices para vivir.
Una capa adicional de protección para entornos de trabajo industrial.
Un mundo más verde es un mundo que considera nuestras necesidades actuales, así como los requisitos futuros de nuestra civilización. El crecimiento de las poblaciones urbanas y el aire cada vez más contaminado están desafiando la infraestructura de nuestro planeta y su capacidad para mantener la vida. Necesitamos pensar y actuar rápidamente para reducir los efectos negativos del cambio climático lo más rápido posible, y una forma de comenzar es hacer que nuestros entornos sean más ecológicos. En un entorno industrial, puede ser positivo utilizar suficientes plantas de interior para tener un impacto sustancial en la calidad del aire. La instalación de unidades de limpieza de aire industriales puede ser una medida adicional para proteger a sus empleados, extrayendo el polvo de la fuente.
Al igual que las plantas de purificación de aire, los sistemas de limpieza de aire de Zehnder pueden mejorar la calidad del aire interior y ayudarlo a respirar más fácilmente al reducir la contaminación causada por el polvo y otras partículas dañinas en el aire. Además, las unidades apenas se notan debido a su instalación en el techo, lo que reduce los costos de calefacción con la circulación de techo a piso. En resumen, con Zehnder Clean Air Solutions obtendrá resultados rápidos, medibles y sustanciales al tiempo que protege la salud de los empleados y mejora la productividad.