Jornada de Vectores de transformación de la sociedad y la economía a través de la innovación

Proyecto SOICA participado por AESCAI

AESCAI integra SOCAI, un proyecto para optimizar la calidad del aire en los interiores. Es un modelo de actuación sobre equipos o sistemas de ventilación que implementa, a través de un módulo externo Internet of Things (IoT), el punto de trabajo óptimo para preservar la salud de las personas.

“EL proyecto SOCAI es un avance tecnológico fundamentado en el mejor parámetro de eficiencia energética y de calidad de aire. Ambos indicadores son tenidos en cuenta, puesto que el ciudadano medio europeo pasa más de un 80% de su tiempo en espacios interiores, inhalando 8.000 litros de aire por día, un dato relevante sobre el que apenas se tiene ningún control ni conocimiento”

Nombramientos en AESCAI

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D. Josep Castellà y Vilà, Country Manager de Zehnder Group para España y Portugal y Vicepresidente de AESCAI

El día 05 de Marzo 2021, en el marco de la Asamblea General Ordinaria de la “Asociación Española para la Salud el Confort y la Calidad de Ambiente Interior” (AESCAI”), se procede a la remoción de cargos de parte de la Junta Directiva de la asociación, con el nombramiento, por unanimidad, del nuevo presidente, D. Alberto Meiss Rodríguez, Doctor Arquitecto por la Universidad de Valladolid y actual profesor titular de Construcciones Arquitectónicas, Ingeniería del Terreno y Mecánica de los Medios Continuos y Teoría de Estructuras. Este nombramiento supone un impulso importante para el desarrollo de las labores de difusión de la asociación dados sus amplios conocimientos del mundo de la docencia.

A su vez, se procede al nombramiento del nuevo vicepresidente, D. Josep Castellà y Vilà, Country Manager de Zehnder Group para España y Portugal. Josep Castellà es Ingeniero Técnico por la Universidad Pompeu Fabra, y Diplomado en Product Management por la Escuela de Alta Dirección y Administración EADA de Barcelona. Su amplia experiencia en el sector de la climatización y ventilación de alta eficiencia suponen un gran punto de apoyo para el desarrollo de las futuras actuaciones de AESCAI.


Estos nombramientos y el compromiso de AESCAI con la difusión de la importancia de la Salud, el Confort y la Calidad de Aire, han propiciado la convocatoria de la primera edición del “Curso TSCAI (Técnico Superior de Calidad de Aire)”, impartido en colaboración con la Escuela de Arquitectos de Valladolid, con fecha de inicio prevista el próximo 12 de Abril de 2021.

Calidad del aire interior residencial y covid-19: el reto de adaptarse al uso más intensivo de las viviendas

El incremento en la intensidad del uso de las viviendas y un mayor uso de productos de limpieza y desinfección genera un importante aumento de las emisiones interiores de contaminantes, que no siempre son contrarrestadas por la ventilación. Un estudio realizado en Madrid evalua el impacto del confinamiento en la calidad del aire interior de viviendas ubicadas en la ciudad.

La contaminación del aire no es solo un problema atmosférico. En el interior de las viviendas, donde una gran parte de la población ha aumentado su tiempo de permanencia desde el inicio de la pandemia de Covid-19, estamos expuestos a partículas contaminantes emitidas por diversas fuentes, como el mobiliario y los materiales de construcción, la presencia de humedad y moho, el humo del tabaco o, en particular, el uso de productos químicos de limpieza, higiene y cuidado personal.

Durante el primer brote de Covid-19, la población española confinada se concentró principalmente en minimizar el riesgo de infección por SARS-Cov-2, prestando poca atención en general a la calidad del aire interior (CAI) de las viviendas, que fueron sometidas a un uso mucho más intenso del habitual.

Esta inusual situación de confinamiento, que podria repetirse en el futuro, asi como las nuevas condiciones de teletrabajo y escolarización en el hogar, que aumentan el tiempo de permanencia en las viviendas, hace pensar que existe la necesidad de mejorar la CAI residencial para responder a estos nuevos escenarios sociales.

Asi lo explican un grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla y Universidad San Pablo-CEU de Madrid en un artículo publicado en la revista Environmental Research and Public Health.

Este trabajo compara la evolución de la CAI de cuatro viviendas de la ciudad de Madrid antes y durante el confinamiento (del 01/02 al 30/04/20) , mediante mediciones de las concentraciones de CO2, de material particulado fino PM 2,5 y de compuestos orgánicos volátiles totales (COVT). El objetivo del estudio es identificar los riesgos para la salud de los ocupantes de las viviendas debidos a la alteración de los patrones de comportamientos habituales en los domicilios y a la exposición continua o en mayor grado a estos contaminantes.

Las viviendas estudiadas están situadas en el núcleo urbano de Madrid, tres de ellas son representativas de las típicas viviendas sociales contruidas en los años 50 y el cuarto edificio es una construcción más moderna. Se seleccionaron también diversos perfiles de ocupantes de las viviendas y composiciones familiares, representativas de la estructura de uso de las viviendas nacionales.

Calidad del aire interior lejos de los valores deseables

Mientras que la calidad del aire exterior en Madrid mejoró durante el confinamiento, el estudio constata que el aire dentro de las viviendas sufrió un deterioro significativo. Si bien ya se esperaba esta situación, según los autores los resultados deberían suscitar preocupación en la mayoría de los casos estudiados, debido a la identificación de factores de riesgo coexistentes, como altas concentraciones de COVT y PM, poca efectividad de la ventilación, presencia continua de personas en las viviendas o falta de conciencia sobre la importancia de la CAI.

Durante el confinamiento, en las cuatro viviendas se incrementó el uso de la televisión y otros equipos electrónicos de entretenimiento, asi como la limpieza del hogar, que fue aumentando en intensidad y periodicidad. Los productos utilizados fueron en escalada, partiendo de los limpiadores domésticos habituales con jabón y detergentes (soluciones acuosas con tensioactivos), se introdujeron desinfectantes y limpiadores de mayor potencia, incluido el hipoclorito de sodio y productos biocidas (principalmente TP2), tanto en formulación líquida como en aerosol.

También se registró un uso generalizado de geles hidroalcohólicos en todos los hogares, que se utilizaron ampliamente para la desinfección o el tratamiento no solo de las superficies de las viviendas, sino también de la ropa, el calzado y los productos comprados, incluido el envasado de alimentos. Se incrementó también el uso de ambientadores, en difusores electricos o en aerosoles, debido a la sensación de olores desagradables relacionados con una mayor presencia en el hogar.

A todo esto, hay que añadir que las rutinas de ventilación en las viviendas no variaron significativamente  (tiempo de apertura, número de ventanas, etc.) respecto a las costumbres previas al confinamiento y que la importancia  y necesidad de intensificación de la ventilación no se percibió como un elemento clave para la salud de los usuarios de las viviendas estudiadas. 

La naturaleza multifactorial de la exposición y los posibles efectos sobre la salud, tanto a corto como a largo plazo, presentan un escenario que debe ser reconsiderado, ya que las condiciones de calidad ambiental interior en las viviendas durante el confinamiento estuvieron lejos de las cifras deseables. La concentración media diaria de PM2.5 aumentó aproximadamente un 12% y la concentración media de COVT entre un 37% y un 559%.

Recomendaciones  para mejorar la CAI en viviendas

En base a los resultados obtenidos, para mejorar la calidaddel aire interior en las viviendas los autores recomiendan:

  • Reducir el uso de los productos de limpieza diaria en los hogares, utilizar productos menos agresivos y con menores emisiones (limitar el uso de aerosoles desinfectantes y de limpiadores biocidas cuyos agentes de carga tienen un alto nivel de COVs).
  • Promover la creación de espacios de limpieza y desinfección en el exterior de las viviendas, dotados de elementos de control adecuados: sistemas de extracción, drenaje adecuado, etc. Estos espacios podrían estar ubicados en áreas comunes de edificios o en espacios de la vía pública. Su uso también mejoraria el control de la transmisión domiciliaria de virus como COVID-19, aumentando la seguridad de los hogares.
  • Poner a disposición de los trabajadores con alta exposición a contaminación biológica espacios específicos de limpieza en sus lugares de trabajo, incluyendo ropa y accesorios, para evitar la necesidad de tratar todos estos elementos en el hogar, y reducir asi la carga de ropa para lavar y desinfectar en la vivienda.
  • Incorporación el estrés químico en los planes arquitectónicos para la construcción futura. Las diferentes disciplinas deberia considerar la necesidad de mejorar la seguridad sanitaria de las viviendas, tanto en los nuevos edificios como en su rehabilitación.
  • Promover la limitación y / o reducción del uso de ambientadores (eléctricos, vaporizados o aerosoles), neutralizadores de olores y otros equipos cuyo funcionamiento se base en la emisión de sustancias en la atmósfera interior. Potenciar la educación general sobre la necesidad de reemplazar todos estos procesos con la ventilación más efectiva posible, incluso considerando los efectos térmicos y la reducción temporal del confort.
  • Concienciar sobre los riesgos que presenta el tabaco en el hogar durante situaciones de encierro, incluso si se fuma abriendo las ventanas o técnicas similares. Los efectos derivados, además, como los olores y la presencia de humo, tienden a incrementar las emisiones de los mecanismos compensatorios (ambientadores, limpiezas adicionales, etc.).
  • Promover programas de acción para la sustitución o mejora de los sistemas de filtración de los sistemas de aire acondicionado y calefacción de los hogares. Estos programas no solo deben basarse en la eficiencia energética, sino que también deben incluir mejoras para la salud.

Fuente: www.higieneambiental.com

La calidad ambiental interior será uno de los principales temas de la ISH digital 2021

La feria internacional sobre agua, calefacción y climatización ISH, que celebrará su próxima edición de forma exclusivamente digitalentre los próximos días 22 y 26 de marzo, viene cargada de temas interesantes y de máxima actualidad, como es el caso de la calidad del aire interior.

Aunque es posible lograr una suficiente calidad ambiental interior abriendo las ventanas, al menos temporalmente, esto puede tener importantes limitaciones y efectos negativos en el bienestar y la calidad del aire: a causa de la entrada de aire exterior caliente en verano, las estancias se sobrecalientan; en invierno, el frío aire proveniente del exterior las enfría. Al mismo tiempo, como señalan los expertos, el aire ambiente se vuelve extremadamente seco, lo que ejerce una presión sobre las mucosas y aumenta el riesgo de infección por bacterias y virus.

Papel clave en el contexto actual

Como apuntan desde la organización del certamen, “estos problemas no se producen si se cuenta con un sistema de ventilación, ya que este aporta continuamente aire exterior filtrado, calentado o enfriado, a las estancias y al mismo tiempo elimina de ellas el aire cargado. Esto significa que la buena calidad del aire interior durante todo el año solo se puede garantizar con el uso de un sistema de ventilación mecánico”.

Los expertos están de acuerdo en que la tecnología de ventilación y climatización desempeñará un papel crucial en la actual pandemia de coronavirus y protegerá a las personas contra los contagios de Covid en interiores. “Al respecto, los sistemas de ventilación tienen un papel importante, ya que la aportación constante de una gran cantidad de aire exterior diluye considerablemente la concentración de aerosoles portadores de Covid en el aire ambiente y, por lo tanto, reduce en gran medida el riesgo de infección”, afirma Günther Mertz, director de Fachverband Gebäude-Klima e. V. o FGK, asociación profesional de climatización de edificios.

En el caso de que la capacidad de un sistema de ventilación existente no logre proporcionar un intercambio suficiente de aire exterior y una reducción significativa de los aerosoles portadores de Covid, pueden adoptarse dos medidas auxiliares adicionales, según las mismas fuentes: por un lado, ventilación adicional abriendo las ventanas a intervalos regulares; y por otro, el uso de sistemas de limpieza de aire secundario, que se instalan directamente en las estancias y aspiran constantemente el aire ambientefiltran los virus que pueda contener en filtros de alto rendimiento -hasta el 99% de ellos- y devuelven el aire purificado a la estancia.

“Dichos sistemas, que también recomiendan los virólogos, ahora los ofrecen muchos fabricantes en diversas configuraciones y capacidades de ventilación. Están indicados para una protección complementaria y eficaz contra la infección de coronavirus, por ejemplo, en aulas, oficinas de planta abierta y salas de conferencias, así como en consultorios médicos y gimnasios. Al mismo tiempo, cabe suponer que la epidemia de coronavirus y la protección personal también se tendrán más en cuenta en la planificación y el diseño de nuevos sistemas de ventilación y climatización en el futuro”, indican desde la ISH.

Todo lo relacionado con el tema desde diversas perspectivas, así como la tecnología y soluciones más avanzadas se abordarán en el marco de la ISH digital del 22 al 26 de marzo de 2021.

Fuente:www.cicconstruccion.com

El desafío que se respira en el ambiente: ¿cómo debe ser la calidad del aire interior en oficinas?

La calidad del aire interior en oficinas es un tema vinculado directamente con la salud de los trabajadores. Sin embargo, ahora más que nunca preocupa que se tomen medidas suficientes para la prevención de la COVID-19, así como de otras enfermedades relacionadas con la concentración de partículas contaminantes en ambientes interiores.

Lo cierto es que respirar en ambientes limpios y evitar la exposición a la contaminación incrementa, según los expertos, los niveles de productividad y, por encima de todo, genera un alto grado de bienestar en las personas que conforman una compañía. Es por ello por lo que construir entornos laborales limpios, seguros y saludables se postula en estos momentos como una prioridad estratégica para un gran número de compañías.

¿Qué hacer para mejorar la calidad interior del aire en oficinas?

La crisis sanitaria generada por la COVID-19 ha resaltado la preocupación por la calidad del aire en las oficinas. Por suerte, hoy en el mercado existen diversas soluciones tecnológicas que permiten evitar la contaminación en espacios interiores y mantener un ambiente óptimo con el fin de prevenir enfermedades y velar por la salud de los trabajadores:

  • Sensores ambientales. La medición de CO, CO2, temperatura o velocidad del aire es hoy posible mediante la aplicación de sensores ambientales que además posibilitan mejorar la calidad del aire en interiores, controlando el sistema de ventilación para que aumente la entrada de aire fresco y renovado, evitando que el incremento de los niveles de CO2 genere un aire viciado.
  • Monitorización de la calidad del aire interior. Enfocadas en mejorar de forma inteligente la calidad del aire en espacios cerrados así como en ayudar a tomar las mejores decisiones en cuestión de renovación del aire sobre la base de datos reales y medibles, el impulso de soluciones de monitorización puede reducir considerablemente los riesgos relacionados con la propagación de virus por el aire o de agentes contaminantes.
  • Soluciones de gestión remota de sistemas de climatización. De la mano de equipos y dispositivos especializados, acciones como la monitorización de la calidad del aire, la gestión de la climatización y ventilación de espacios e incluso la renovación del aire en base al control de aforos, son acciones posibles a realizar de forma remota, y mediante tecnologías y plataformas cloud.

No obstante todo lo anterior, soluciones enfocadas en el consumo energético vinculado a los sistemas de aire acondicionado abren también la puerta a mediciones y controles en materia de eficiencia energética. Sin duda, datos que pueden ayudar a cualquier compañía a optimizar costes y reducir su contaminación ambiental.

5 medidas a tener en cuenta

Más que nunca, en un contexto como el actual, dominado por la COVID-19, además de las evidentes soluciones tecnológicas que la digitalización ha traído consigo en el entorno empresarial, determinadas medidas y políticas de gestión ambiental son imprescindibles a la hora de velar por espacios laborales seguros y saludables:

  • Medir los niveles de contaminación relacionados con el monóxido de carbono, el ozono, las partículas en suspensión o el radón. Además, se debe tener en cuenta que muchas enfermedades respiratorias proceden de patógenos que se desarrollan mejor en ambientes húmedos, por lo que la humedad y la temperatura son otros factores a controlar.
  • Purificar el aire. Los dispositivos de purificación del aire constituyen una medida muy efectiva de limpieza del espacio, sobre todo en aquellos lugares que están expuestos a una mayor contaminación: la cercanía a fábricas o las avenidas con carreteras muy transitadas son algunos ejemplos.

Los dispositivos de purificación del aire constituyen una medida muy efectiva de limpieza del espacio, sobre todo en aquellos lugares que están expuestos a una mayor contaminación

  • Ventilar adecuadamente. Además de purificar el aire interior, para renovarlo es imprescindible ventilar con frecuencia. Esto permite eliminar los contaminantes incluidos en el interior como las partículas en suspensión, el moho o determinados tipos de bacterias.
  • Evaluar el mobiliario. Los materiales presentes en el interior de las oficinas podrían liberar sustancias nocivas durante toda su vida útil. Por ello, es conveniente evaluar el mobiliario interior de las oficinas y preferiblemente añadir productos con sellos de sostenibilidad.
  • Revisar los productos de limpieza. Cuando se desinfecta un espacio interior, no siempre se tiene en cuenta que los químicos que contienen los productos también podrían ser perjudiciales para la salud y generar problemas respiratorios.

Consecuencias, más allá de la COVID-19

Las consecuencias de la mala calidad del aire en las oficinas van más allá de la COVID-19, aunque sea esta crisis sanitaria la que haya despertado la conciencia de gran parte de la población. Para prevenir enfermedades que se transmiten en parte por aerosoles, es conveniente utilizar filtros HEPA, junto a otras medidas. Los siguientes son síntomas que muestran que la calidad del aire es mala:

  1. En los ojos. Los síntomas que se pueden percibir en los ojos son el picor de forma continua o el escozor. También, cuando los ojos llevan un par de días enrojecidos sin razón aparente podría ser a causa de la calidad del aire.
  2. En la piel. En la piel también pueden aparecer síntomas a causa de la mala calidad del aire, a pesar de que pocas veces se terminan por relacionar entre sí ambos factores. Puede aparecer sequedad, enrojecimiento o picor generalizado.
  3. En las vías respiratorias. Algunos ejemplos muy comunes son la sequedad, el picor, el goteo nasal, la congestión nasal, el dolor en la garganta o los continuos estornudos.
  4. Enfermedades frecuentes. Pueden aparecer debilidad y desgana, somnolencia constante, dolor intenso de cabeza, irritabilidad, dificultad de concentración y náuseas, además de dolencias como asma, gripe, hipersensibilidad, rinitis o dermatitis.

Las consecuencias de la mala calidad del aire en las oficinas van más allá de la COVID-19, aunque sea esta crisis sanitaria la que haya despertado la conciencia de gran parte de la población

Sumado a todo ello, qué duda cabe que entornos laborales donde la calidad del aire no es óptima o en los que existen niveles nocivos de CO2 o temperatura pueden llegar a influir en el bienestar y comportamiento de empleados y equipos, afectando a la productividad o incluso a la capacidad de innovar.

Fuente: www.apd.es

Calidad del aire interior en hospitales y bioseguridad hospitalaria

Cuando se hace referencia a la calidad del aire interior en los centros sanitarios es importante destacar que este tipo de edificio presenta un factor diferenciador respecto a edificios de otros usos. En un hospital, por ejemplo, intervienen múltiples factores que hay que tener en cuenta tanto en su diseño, como en su construcción y su mantenimiento: la ubicación del edificio, el diseño y el dimensionamiento de los espacios, la interrelación entre cada uno de ellos, el diseño y dimensionamiento de todas las instalaciones, incluidas las de aportación y tratamiento del aire, la elección de los materiales de revestimiento, etc. Y todos estos requisitos y exigencias tienen un denominador común: la bioseguridad de los pacientes y del personal sanitario, administrativo y de mantenimiento que trabajan en ellos.

Porque la realidad es que las personas que ingresan en un centro sanitario lo hacen con unas condiciones físicas diferentes en comparación a los usuarios de otros edificios. Es decir, se encuentran en una situación de inmunosupresión, que puede verse afectada en su evolución, por el nivel de calidad del aire interior en los centros sanitarios. Desde empeorar, hasta contraer otras patologías diferentes e incluso morir.

Renovación profunda para garantizar una calidad del aire interior adecuada

En España, la mayoría de los edificios de uso sanitario fueron construidos con anterioridad al 2007. Año en el que se publicó el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los edificios (RITE). Y este factor es determinante cuando hablamos de calidad del aire interior en los centros sanitarios. Además, a esta circunstancia se une el hecho de que existe una carencia de cualificación de los técnicos y de que no siempre se cumplen con las exigencias reglamentarias de mantenimiento e inspección de las instalaciones para la calidad del aire interior.

Los centros más antiguos, no alcanzan un nivel aceptable de calidad del aire interior. Salvo en áreas críticas, lo habitual es que no se alcance el caudal mínimo de 20 l/s que la norma actual exige para garantizar la categoría de aire interior IDA 1, aire de óptima calidad. En general, o se desconoce el caudal aportado al interior o no se cumple con la reglamentación exigible en la norma actual.

Por otro lado, tampoco se ha tenido en cuenta en el diseño y construcción de los centros sanitarios existentes, el riesgo por fuentes contaminantes del propio edificio. Estamos hablando de emisiones contaminantes derivadas de pinturas, adhesivos, aislamientos, sellantes, revestimientos, suelos e incluso mobiliario presente en el interior de los centros sanitarios. Materiales y productos de construcción que son susceptibles generar emisiones que afectan a la calidad del aire interior.

En lo que respecta a la normativa actual de obligado cumplimiento, los niveles de ventilación exigidos y de buenas prácticas dan solución para la eliminación de este tipo de contaminantes. Y a ello, se une la aplicación de sellos voluntarios de sostenibilidad que incluyen la puesta en marcha de buenas prácticas en la selección de materiales e incluso la evaluación mediante mediciones de la calidad del aire interior, tanto en fase de ejecución de la obra como en fase de ocupación del edificio. Una práctica que sólo se realiza en algunos centros sanitarios de reciente construcción.

Con todo ello, los expertos reclaman también una actualización profunda de la normativa.  La cual debe de venir acompañada de una simplificación y de mayor flexibilidad en su aplicación. La normativa se debe de homogeneizar y se debe de actualizar tomando como referencia la tecnología existente en los hospitales, y también las normas internacionales.

Y lógicamente, los expertos también reclaman que la norma pueda aplicarse también con carácter retroactivo. Porque como ya se ha comentado, un 80% de nuestros centros de salud tienen carencias y se han quedado obsoletos. Por lo tanto, la nueva normativa no puede afectar sólo a nuevos centros que se vayan a construir, el cual representa un porcentaje muy reducido.

Cómo puede influir la actual pandemia por el COVID-19 en el diseño de los hospitales del futuro

La realidad, a nivel global, es que se necesita un Plan general de mejora de las infraestructuras sanitarias, además de una actualización de la norma. Y la pandemia ha servido para constatar esta evidencia. En el futuro, será necesario prever este tipo de pandemias, hecho que influirá en la planificación hospitalaria. Será necesario repensar nuevas circulaciones, nuevos locales, nuevos diseños de UCI, nuevos programas funcionales, el número de camas hospitalarias por población, etc.

Pero realizar reformas en un centro sanitario no es tarea fácil por los condicionantes que existen. Es necesario parar la actividad para llevar a cabo las actuaciones que son prioritarias. Y no sólo de la parte arquitectónica, sino también de las instalaciones, que incluyan su renovación profunda y la puesta en marcha de nuevas tecnologías. Por un lado, para garantizar el caudal de aire requerido, y por otro, para garantizar la renovación de los equipos que han quedado obsoletos. Las tareas pendientes incluyen la sustitución de los climatizadores, la regulación del caudal, el control de la dirección de impulsión del flujo o la mejora de la difusión del aire, la recirculación del aire y el control del consumo energético, entre otros aspectos.

La solución en general pasa por equipos bien diseñados. Y esto no afecta solamente a los materiales utilizados. Un buen diseño también depende de la posición relativa de los ventiladores con respecto a la recuperación, de la posición de los filtros, de las baterías, de la accesibilidad para su limpieza e incluso de la certificación del equipo como tal.

Porque no hay que olvidar, que las instalaciones deben de ser mantenibles. No sólo importa el diseño conceptual, sino que también hay que pensar en su mantenimiento y accesibilidad. Precisamente, un aspecto a mejorar, en los centros sanitarios, es la realización de inspecciones de redes de conductos de aire acondicionado. Según los expertos, no se inspeccionan ya que trabajar en un centro en marcha es complicado. 

Cómo ha avanzado la tecnología con relación a la calidad del aire interior en general y a la filtración en particular

En un hospital, las instalaciones de calidad del aire interior no son al uso porque existe el objetivo mayor que es la bioseguridad. Y en la consecución de este objetivo entra en juego tanto la parte de ventilación y como la de filtración. En esa necesidad de mantener espacios limpios y adecuados para los pacientes y el personal del hospital, es necesario garantizar la calidad del aire interior. Y este requisito depende de factores externos, pero sobre todo de factores internos que tienen que ver con la transmisión y contagio de infecciones y enfermedades que se están tratando en el propio centro.

En este sentido y con respecto a la filtración, se tiene la ventaja de que sí hay mucha experiencia a pesar de que la normativa es poco exigente. En general los centros están bien acondicionados en este sentido. Las etapas de filtración son de absoluto en zonas críticas. No obstante, no es suficiente con filtrar sin más. Cada elemento tiene que estar en el lugar adecuado: en el elemento terminal y/o en la extracción para evitar la propagación hacia otras zonas.

También hay que verificar que los caudales de aire sean los adecuados y que se verifiquen mediante su medición de forma continuada. Tampoco nos podemos olvidar de controlar la dirección del aire, de manera que el aire filtrado vaya sólo hacia la zona limpia y que el aire contaminado no llegue a dichas zonas.

El gran reto al que debemos de dar respuesta en breve consiste sin duda en disponer de un marco normativo nuevo. Una reglamentación que por ejemplo incorpore nuevas soluciones a quirófanos, en cuanto a caudales de aire y filtración, y también que sea capaz de abordar aspectos tan imprescindibles hoy en días como la recuperación de energía en los sistemas para la calidad del aire. Un aspecto que en tiempos de pandemia se ha dejado de lado por completo. En este momento los requisitos de ventilación para la renovación del aire son elevados y se ha perdido de vista el control del consumo energético

Aplicación de luz ultravioleta sobre los filtros que forman parte del sistema de ventilación mecánica

La luz ultravioleta es una tecnología que se ha utilizado sobre los filtros y las baterías de los equipos de ventilación. Se ha utilizado para eliminar microorganismos evitando la formación de colonias y, además, aporta seguridad a la hora de realizar los mantenimientos de las instalaciones.

Por otro lado, también hay que recordar dos aspectos importantes. El primero es que el riesgo está ya dentro con los pacientes contagiados. Tratar el aire exterior con estos tratamientos no elimina el riesgo de contagio, puesto que el riesgo está ya dentro. Por otro, también hay que tener en cuenta que en un equipo de ventilación forzada los tiempos de exposición y las velocidades del aire no son lo más adecuados para este tipo de tratamiento.

Por lo tanto, debemos de entender esta tecnología como un adicional o complementario y no como un elemento básico.  Los elementos de filtración son suficientes por sí mismos.

A parte de los tratamientos ultravioleta, que sí están permitidos, hay que tener cuidado con otras tecnologías que pueden provocar efectos secundarios, como la catálisis o la ionización. Tratamientos que de momento no cuentan con una normalización en España que regule estos equipos y que obligue a los fabricantes a cumplir con ciertos requisitos y exigencias. En general, son equipos que ahora están muy de moda, como por ejemplo los purificadores. Es imprescindible que se normalice y se garantice la inocuidad del aire que pasa por estos equipos y  nuevos sistemas de purificación del aire

Conclusiones

La necesidad de reformas profundas y de actualización en general es el denominador común de los edificios de uso sanitario en nuestro país.  Y en esta tarea, la Administración debe de aportar la capacidad y las herramientas necesarias para que los centros sanitarios se pongan al día con el objetivo último de mejorar la calidad del aire interior. Para ello es necesario generar un cuerpo técnico especializado y mejorar las instalaciones en aspectos relativos a la climatización, la ventilación, el confort y la eficiencia energética. Y hay que hacerlo con rigor y sin tendencia al abaratamiento. Las instalaciones deben de ser pensadas y ejecutadas para proteger a los pacientes y al personal sanitario, porque es una prioridad.

Fuente: www.caloryfrio.com

Un estudio muestra que el coronavirus se transmite más rápido con la polución

Un estudio elaborado por dos universidades suizas concluye que el coronavirus SARS-CoV-2 causante de la Covid-19 podría transmitirse a través de micropartículas contaminantes presentes en el aire, por lo que en días de alta polución podría expandirse con mayor rapidez.

El estudio, realizado por la Universidad de Ginebra junto con la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, intentó explicar por qué si el coronavirus estaba presente en países como Italia o Francia a finales de 2019 su transmisión a gran escala en Europa no comenzó hasta la primavera de 2020.

Los científicos, dirigidos por el investigador del Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad de Ginebra Mario Rohrer, concluyeron que el virus aumentó su transmisión en periodos de alta concentración de micropartículas de diámetro inferior a 2,5 micras, principales causantes de fenómenos como el smog.

Los aumentos de concentración de micropartículas que pudieron ayudar a la transmisión del coronavirus tendrían que ver con las inversiones térmicas que se producen en días de niebla o con nubes de polvo procedentes del Sahara.

Los resultados del estudio, señalan sus autores, podrían ayudar a tomar medidas preventivas cuando se sepa que va a haber un aumento de las partículas en el aire para así evitar brotes de coronavirus.

El estudio muestra asimismo que una alta concentración de micropartículas contaminantes en el aire causa la inflamación de las vías respiratorias, pulmonares y cardiovasculares, y la coagulación de la sangre, lo que combinado con una infección viral como la Covid-19 puede aumentar los casos graves de esta enfermedad.

Fuente:www.20minutos.es

Ventilación en colegios contra la Covid: calidad del aire interior y renovación del aire

Pasados varios meses desde que se inició el curso escolar, sigue la preocupación por el riesgo de contagio por el COVID-19 en las aulas. Porque el debate sobre la calidad del aire en los centros docentes no es algo nuevo. Los centros educativos son en general, insalubres. Se conoce desde hace tiempo que la calidad del aire interior en las escuelas no es aceptable. La crisis provocada por la pandemia sólo ha venido para recordarlo y como consecuencia el debate se ha intensificado.

Repasamos en este artículo qué dice la normativa RITE sobre ventilación y renovación del aire para garantizar una buena calidad del aire interior en colegios y qué medidas proponen los expertos para evitar contagios por COVID-19 y asegurar unas aulas seguras y sanas. 

Por qué es importante garantizar la calidad del aire interior en los edificios

La adecuada calidad del aire interior debe de ser garantizada en aquellos espacios destinados al desarrollo de actividades por las personas que los ocupan. Espacios en los que estamos expuestos a fuentes contaminantes (físicos, químicos y biológicos), tanto de las propias personas como de los propios materiales de construcción o de las actividades que se realicen en su interior. Incluso también de las fuentes contaminantes presentes en el exterior. Es uno de los requisitos fundamentales para garantizar el bienestar y el confort de los usuarios de los edificios en general.

No hay que olvidar que la calidad del aire interior se mide en función de los contaminantes presentes en el aire y en el grado de molestias percibidas por los usuarios. Una mala calidad del aire puede producir síntomas adversos en las personas que los habitan. Molestias e incluso enfermedades. Es lo que se conoce como Síndrome del Edificio Enfermo. 

Cómo se garantiza la calidad del aire interior en los edificios

En España, la calidad del aire interior queda regulada por el CTE (Código Técnico de la Edificación, 2006) para edificios de uso residencial (vivienda y espacios habituales en edificios de viviendas) y por el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los edificios, 2007) para edificios de uso no residencial con ocupación humana. En lo que respecta a los centros docentes, es esta última normativa la que establece las exigencias de calidad del aire interior.

Es la Instrucción Técnica IT1 Diseño y Dimensionado la que determina en su apartado de Generalidades que los edificios que quedan dentro de su ámbito de aplicación, dispondrán de un sistema de ventilación para el aporte del suficiente caudal del aire exterior que evite, en los distintos locales en los que se realice alguna actividad humana, la formación de elevadas concentraciones de contaminantes, de acuerdo a lo que se establece en su apartado Categorías de calidad del aire interior en función del uso de los edificios.

Además, para el cumplimiento de dicha exigencia, se considera válido lo establecido en el procedimiento UNE-EN 13779. Una normativa que establece las prestaciones de los sistemas de ventilación y de acondicionamiento de aire para este tipo de edificio. Su aplicación afecta a sistemas de ventilación mecánica, tanto de simple como de doble flujo.

Dentro de esta clasificación, la categoría de calidad del aire interior (IDA) que se deberá de alcanzar serán las siguientes:

  • Guarderías: IDA 1, aire de óptima calidad.
  • Aulas de enseñanza: IDA 2, aire de buena calidad.  

Normativa ventilación ¿Cómo se garantiza la calidad del aire interior en centros educativos exigida por la normativa?

La calidad del aire exigida se alcanzará aportando un caudal mínimo de aire exterior de ventilación con medios mecánicos. La normativa establece diferentes métodos para el cálculo del caudal mínimo. De todos ellos, es el Método indirecto de caudal de aire por persona, el más utilizado, y determina los siguientes valores para las categorías indicadas anteriormente:

  • IDA 1: 20 dm³/s por persona equivalente a 72 m³/h por alumno.
  • IDA 2: 12,5 dm³/s por persona equivalente a 45 m³/h por alumno.

Este método de cálculo se emplea para personas que tengan una actividad metabólica baja (sentado), cuando sea baja la producción de sustancias contaminantes por fuentes directas del ser humano y cuando no esté permitido fumar.

Ejemplo de renovación de aire necesaria en un aula

Aula de 45 m² de superficie útil ocupada por 25 alumnos y un profesor en primaria o secundaria. Se considera una altura libre mínima de suelo a techo de 2,5 m. Los cálculos son los siguientes:

  • 45 m³/h por persona x 26 personas = 1.170 m³/h.
  • Volumen del aula: 45 m² x 2,5 m = 112,5 m³.
  • Número de renovaciones del aire del aula: (1.170 m³/h) / 112,5 m³ = 10,4 renovaciones a la hora.

Exigencias complementarias en un sistema de ventilación mecánica para garantizar la calidad del aire interior

Al requisito de garantizar un caudal mínimo de ventilación mecánica se añaden las siguientes exigencias:

  • Introducir el aire exterior de ventilación debidamente filtrado en los edificios. Dicha filtración dependerá de la calidad del aire exterior (ODA) y de la calidad del aire interior requerida (IDA).
  • Garantizar la extracción del aire interior que dependerá del nivel de contaminación del aire interior clasificado en diferentes categorías (AE). Sólo el aire interior clasificado como AE1 (bajo nivel de contaminación en espacios donde no se permite fumar) podrá ser recirculado. Esta clasificación se asocia al aire interior de aulas.

Complementariamente se deberán instalar recuperadores de calor para satisfacer la exigencia de eficiencia energética y reducción del consumo energético asociado a sistemas mecánicos de ventilación. 

Porqué la ventilación puede ser eficaz para evitar contagios del coronavirus en colegios

Para evaluar la eficacia de una adecuada ventilación de los espacios interiores en relación con el riesgo de contagio por coronavirus, conozcamos primero el contexto. En este caso, la evidencia científica sobre la transmisión aérea del virus.

It is Time to Address Airbone Transmision of COVID-19. Es hora de abordar la transmisión por aire del virus COVID-19. Así se titula la carta redactada por Lidia Morawska, perteneciente al Laboratorio Internacional para la Calidad del Aire y la Salud, centro colaborador de la OMS, de la Universidad Tecnológica de Queenland en Australia, en cuya redacción han colaborado 239 científicos de 32 países diferentes. Publicada en julio de 2020 Oxford por la University Press para la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas.

Un documento publicado en diferentes medios internacionales. Disponible para su descarga, por ejemplo, en la página web de FEDECAI (Federación de Empresas de Calidad Ambiental en Interiores) en el que se manifiesta la necesidad de reconocer el potencial riesgo de contagio por transmisión aérea del virus.  Una vía de transmisión no reconocida inicialmente por la OMS, excepto en ambientes sanitarios, al no existir evidencia científica total. Por su parte, en dicha carta se explica que el contagio por transmisión por aire se produciría a través de la inhalación de gotas microscópicas (micro-droplets) con potencial de infección transportadas por el aire. Tanto a corta como media distancia (escala de habitación).

Está demostrado que el virus es expulsado por personas contagiadas a través de la respiración, el habla, la tos o el estornudo. Se transmite en microgotas lo suficientemente pequeñas (5 µm) como para permanecer en el aire. Un hecho que supone un riesgo de exposición a distancias incluso superiores a los 2 m (decenas de metros) desde la persona infectada, mientras desciende hasta el suelo desde una altura de 1,5 m, incluso a velocidades típicas del aire en un espacio interior. En la carta se recuerda que la transmisión aérea de otros virus similares quedó demostrada, siendo el mecanismo más probable que podía explicar el patrón espacial de contagio. Por lo tanto, se plantea el riesgo de que las personas que comparten espacios interiores puedan inhalar el virus, lo que resulta en infección y por lo tanto en contagio de la enfermedad.  

Medidas complementarias a las actuales para reducir el riesgo de contagio por COVID-19

La realidad tras la vuelta al trabajo y a las aulas es que tenemos que convivir con el virus y, por lo tanto, con el riesgo de contagio. Por lo que,en esta nueva normalidad, los científicos proponen ciertas medidas preventivas complementarias a las actuales ya conocidas: lavado de manos, distanciamiento social y lo que se conoce como droplet precautions (el uso de mascarillas sería un ejemplo). Insuficientes en su opinión, para reducir el riesgo de transmisión por microgotas exhaladas en el aire por personas infectadas. Este escenario es especialmente preocupante en espacios interiores cerrados. Sobre todo, en aquellos con cierta densidad de ocupación y ventilación deficiente, durante periodos de estancia prolongados. Por lo tanto, siguiendo el principio de precaución, se proponen las siguientes estrategias para limitar la expansión del COVID-19 en colegios mediante la reducción del riesgo de transmisión por el aire.

Las medidas propuestas incluyen:

  • Proveer una ventilación suficiente y efectiva. Principalmente en edificios públicos, entornos laborales, colegios, hospitales y residencias de ancianos. Suficiente caudal de aire exterior, reducir la recirculación del aire, etc.
  • Complementar la ventilación general con sistemas de control de infección en el aire. Entre ellos, sistemas de extracción del aire localizados, filtración de aire de alta eficiencia y luces ultravioletas germicidas.
  • Evitar aglomeraciones. Sobre todo, en medios de transporte público y en edificios públicos.

Además, según el documento, estas medidas se implementan fácilmente y muchas no requieren coste económico. Por ejemplo, abrir ventanas y puertas para aumentar la ventilación en los edificios.

En la carta se menciona también a organizaciones como ASHRAE (American Society of Heating, Ventilating  and Air-Conditioning Engineers) o REHVA (Federation of European Heating, Ventilation and Air Conditioning Association).

Estas entidades ya han publicado guías de referencia para sistemas mecánicos de ventilación teniendo en cuenta la evidencia de la transmisión aérea del COVID-19. 

Medidas paliativas para este próximo curso para reducir la transmisión del virus en colegios

También la calidad del aire en los centros docentes en España fue cuestionada en los medios de comunicación. Desde Caloryfrio.com, informamos sobre cómo el COGITI (Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de España), remitía una carta al Ministerio de Educación en la que se manifiesta la preocupación por la mala calidad del aire en las escuelas y cómo afecta a la propagación del COVID-19.

José Antonio Galdón Ruiz, presidente del Consejo, declaró por otra parte en una entrevista realizada en un programa de televisión, que la mayoría de los centros escolares no disponen de ningún sistema de ventilación mecánica para garantizar la renovación del aire interior. Y esto es un problema si lo que se pretende es minimizar el riesgo de contagio del virus, añadía en su intervención.

Es imprescindible que exista una buena calidad del aire interior. Y así se recoge en la reglamentación técnica de edificios de 2008 que, según palabras del presidente, obliga a que exista un mínimo de renovación del aire interior que sólo se puede garantizar por medios mecánicos. Incluido la instalación de filtros del aire exterior y de sistemas de aprovechamiento de la energía para el control del consumo energético en los edificios.

El único sistema del que disponen estos centros para la renovación del aire es el de aperturas de puertas y ventanas. Un sistema poco efectivo si lo que se persigue es asegurar la calidad del aire interior mediante su renovación. Y, por otro lado, difícil de implementar, sin duda, cuando las condiciones climatológicas en el exterior son adversas y es necesario garantizar un confort térmico adecuado para el desarrollo de la actividad docente.

Pero no hay tiempo de instalar sistemas de ventilación adecuados antes de que empiecen las aulas y el coste es elevado. Ante este escenario, el COGITI propone una medida paliativa que consiste en la instalación de detectores de CO², que permitan saber cuándo es necesario llevar a cabo la renovación del aire interior en las aulas mediante la apertura de puertas y ventanas. 

Cuál es la posición de los expertos respecto de la calidad del aire interior en las aulas

Durante el II Congreso Internacional de Calidad del Aire interior, se celebró la mesa redonda: Recomendaciones y soluciones en relación con los centros escolares, con la participación de expertos como Pedro Vicente Quiles, Presidente del Comité Técnico de ATECYR, Juan Carlos Romero, miembro del Comité Técnico AFEC y Arcadio García Lastra, Secretario técnico de ATECYR. Martí Urpinas, Vicepresidente del Cluster IAQ, actuó como moderador y también opinó sobre el tema.

Si en algo estuvieron de acuerdo todos los expertos es en que el único mecanismo para garantizar la calidad del aire interior en las aulas y por tanto la salud y el confort de los alumnos es la ventilación mecánica, por encima de la ventilación natural.

La realidad es que en la mayoría de los colegios no se garantiza la adecuada calidad del aire interior mediante el aporte de aire exterior. Y dicha mayoría se cuantifica en un porcentaje superior al 90% de los centros educativos, que fueron construidos con anterioridad al 2007. Antes de la publicación del RITE. Lo habitual en los centros educativos construidos recientemente es que dispongan de un sistema de climatización o al menos un sistema de ventilación con tratamiento del aire. Sin embargo, en el resto de los edificios no es así.

Nos encontramos con un parque edificatorio en general obsoleto. Centros educativos donde la calidad del aire interior no es aceptable. Estamos hablando de edificios que necesitan reformas profundas y urgentes en este ámbito. Es necesario expulsar el aire viciado y aportar aire exterior filtrado y tratado para que las aulas sean salubres y confortables, garantizando así la salud y el buen rendimiento de los alumnos en los centros. 

Qué medidas proponen los expertos en relación con la calidad del aire interior en los centros docentes

La situación de pandemia por el COVID-19 ha servido para centrar el debate en cómo podemos garantizar la calidad del aire en las aulas, pero, sobre todo, cómo debemos actuar a partir de ahora.

No se debe de priorizar la ventilación natural sobre la mecánica

No es correcto que todo pase por la ventilación natural. Desde luego, la ventilación natural no debe ser el mecanismo para garantizar la renovación del aire interior. Representa muchos inconvenientes: depende de las condiciones ambientales exteriores que no siempre serán favorables (bajas o altas temperaturas, lluvia, contaminación y ruido), depende de si el aula ventila hacia un patio interior o directamente hacia el exterior, el aporte de aire exterior dependerá de factores como la acción del viento o la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior. Habrá días con ventilación óptima y otras sin caudal suficiente.

Por otro lado, es muy complicado regular con ventilación natural¿Cada cuánto abrimos ventanas? ¿Al inicio y al final de la clase? ¿Y qué pasa entre una y otra renovación?

La ventilación mecánica para garantizar el caudal necesario

Se debe de potenciar la ventilación, entendida como la renovación del aire interior con el aporte necesario y mínimo establecido por la normativa de aire exterior. Para ello, la ventilaciónmecánica es la única capaz de suministrar el caudal necesario para garantizar la adecuada calidad del aire interior. Y si integra filtración, mucho mejor.

Además, en los centros que cuenten con sistemas de ventilación mecánica se deben de llevara cabo auditorías que verifiquen el estado de la instalación. Se debe de cumplir con la obligación de llevar a cabo un mantenimiento de la instalación y sobre todo verificar que está optimizada. 

Cambios en la normativa relativa a la calidad del aire interior

Otro aspecto en el que coincidieron los ponentes fue en la necesidad de incluir todas las recomendaciones aportadas por los expertos en la actual normativa. Y este es el momento adecuado justo cuando el RITE está siendo revisado. Entre las propuestas se comentó:

  • Revisar las tasas de renovación del aire. Que sean adaptables en el sentido de que existan dos modos de operación: una para condiciones normales de funcionamiento y otro para situaciones extraordinarias, como la que vivimos como consecuencia de la pandemia por el COVID-19. Se trata de estar preparados para posibles nuevas crisis similares que puedan ocurrir en el futuro.
  • Aumentar la tasa de renovaciónde 12,5 l/s por persona a 14 l/s por persona. Incluso llegar a 20 l/s por persona para situaciones extraordinarias.
  • Plantear un caudal mínimo de referencia en función de la superficie del espacio interiorcuando la ocupación sea mínima.
  • Instalar sistemas de visualización y controlde la calidad del aire interior en las aulas.
  • Revisar las calidades y las eficiencias de los filtros.
  • Establecer una reglamentación con carácter retroactivo, que garantice la renovación de los centros educativos sin ventilación mecánica.

Durante los últimos minutos, el moderador recordó que, si la previsión de la Administración es renovar el parque edificatorio existente para mejorar su eficiencia energética, dicha previsión también debería de incluir la integración de sistemas de ventilación mecánica para garantizar la calidad del aire interior en los edificios. 

Conclusiones

Como padres y profesionales, además de los representantes políticos, tenemos la responsabilidad de garantizar la adecuada calidad del aire interior de los alumnos en las aulas. Una calidad del aire deficiente tiene efectos negativos sobre la salud, y la pandemia por el COVID-19 sólo ha hecho que ponerlo más que nunca, en evidencia.

Se debate desde hace mucho tiempo sobre la mala del aire interior en las aulas como consecuencia de las múltiples fuentes de contaminación que afectan a la salud y el buen rendimiento de los alumnos. Es necesario abordar la precariedad de las instalaciones de calidad del aire interior en los centros docentes y desde luego también hay que tener en cuenta en la fórmula la protección frente a la contaminación microbiológica por virus.

Disponemos de la tecnología y del conocimiento necesario para dar soluciones adecuadas y suficientes a esta grave situación. Porque muy a nuestro pesar, tendremos que estar preparados para posibles situaciones similares en el futuro. Es el momento de actuar. 

Fuente: www.caloryfrio.com

Los expertos vinculan la seguridad de los espacios cerrados a la calidad del aire de su interior

Los arquitectos técnicos o aparejadores a través del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza (COAATZ) vinculan la seguridad ante la covid-19 de los espacios interiores a la calidad del aire interior a través de la concentración de CO2 y a otros parámetros como la temperatura, la humedad relativa o el tipo de ventilación.

La transmisión predominante del SARS-CoV-2 se produce por el aire en forma de aerosoles, tal y como ya es aceptado por la comunidad científica y además se refleja en informes del Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Ciencia. Por ello, «cobra especial importancia la calidad del aire interior dentro de los espacios cerrados y el modo en que estos aerosoles son capaces de ser disipados», han indicado desde el COAATZ.

Los aerosoles pueden permanecer en el aire suspendidos un tiempo y solamente se pueden dispersar y rebajar su concentración hasta no ser nocivos con una adecuada renovación de aire y, además, con unos flujos de aire que estén controlados en función del peso del contaminante principal a evacuar.

Un aspecto fundamental para determinar la calidad del aire desde casi todos los puntos de vista, pero en especial desde la perspectiva de la dispersión de los aerosoles hasta que su concentración disminuya a tasas no peligrosas, es la concentración o acumulación de CO2 en el ambiente. A una menor concentración de CO2, mejor calidad del aire interior, han sintetizado en una nota de prensa desde el COAATZ.

A este respecto, la calidad del aire en el exterior en una zona sin mucha contaminación en cuanto a concentración de CO2 se sitúa en torno a las 400 ppm (partes por millón).

En diferentes estudios realizados por el COAATZ en el interior de edificios desde hace años, estas concentraciones con presencias de personas y sin ventilación se elevan a 2.500 ppm o incluso a 3.500 ppm durante una presencia muy prolongada. Sin embargo, con una concentración de CO2 de 800 ppm, solo el 1% del aire inhalado por una persona ya ha sido exhalado por otra persona, «por ello esta es la tasa de CO2 que recomendamos como nivel para apertura segura de actividades en interior con presencia de personas«, han propuesto desde este colegio oficial.

Más parámetros

Otros parámetros importantes respecto a las condiciones interiores para la supervivencia del virus SARS-CoV-2, es la temperatura y humedad. En cuanto a la temperatura se recomienda que supere 21 grados centígrados, y en cuanto a la humedad el virus encuentra mejores condiciones a humedades bajas o altas, por lo que se recomienda una humedad relativa entre el 40 o el 60%.

Por lo tanto, los tres parámetros citados, concentración de CO2, temperatura y humedad deben estar equilibrados, ya que, en invierno, por ejemplo, con el cierzo puede bajar mucho la humedad y la temperatura si se utiliza mucho la ventilación natural.

El filtrado de los sistemas de ventilación es otro aspecto importante. Los más indicados son los filtros HEPA y la disposición de las impulsiones y admisiones de las instalaciones de ventilación; ya que se deben producir unos barridos del aire en toda la estancia que faciliten una rápida y adecuada dispersión de los aerosoles.

También son muy adecuados los filtros HEPA utilizados en aparatos purificadores interiores del aire, han apostillado.

Apertura de actividades

Por todo ello, desde el COAATZ se recomienda dar un paso en la apertura de ciertas actividades que actualmente no tienen permitida su actividad interior y vincular las mismas a un adecuado cumplimiento de las condiciones de calidad de aire reseñadas en este artículo, fijando como criterio de calidad de aire los ya reseñados 800 ppm de CO2.

En aras de conseguir un adecuado equilibrio entre todas las variables citadas, son muy adecuados los sistemas de ventilación con recuperación de calor de alta eficiencia o sistemas similares, porque permiten tener ratios de CO2 adecuados, a la vez que no se penalizan ni la temperatura ni la humedad en el interior de las estancias.

En este sentido y siempre que las condiciones epidemiológicas lo permitan, desde el COAATZ se cree que desde el punto de vista técnico se puede alcanzar un adecuado equilibrio entre la realización de ciertas actividades, suspendidas en la actualidad, y el disfrute de una adecuada calidad del aire interior que acote el riesgo, de forma que el binomio riesgo-beneficio se sitúe en cotas admisibles.

Desde el inicio de la pandemia, esta agrupación profesional, ha prestado ayuda «desinteresada» tanto a usuarios, administraciones públicas y empresarios de sectores afectados por la COVID-19.

Por ejemplo, ha elaborado una guía sobre recomendaciones de habitabilidad de las viviendas durante el confinamiento que se hizo viral en España; ha ofrecido asesoramiento gratuito a la hostelería y al comercio para poder adaptar sus instalaciones a las fases de la desescalada; han publicado recomendaciones a tener en cuenta en los edificios durante el verano para protegerse del calor, o han alertado sobre los riesgos de las piscinas domésticas y dieron a conocer consejos para una correcta instalación.

Fuente:www.heraldo.es

Los expertos ven insuficientes los medidores de CO2 en las aulas para prevenir contagios

En Más de Uno Valladolid analizamos la medida de la Junta de Castilla y León con el vicepresidente de AESCAI, Rafael Villagrá, el director del IES Ramón y Cajal, Marcelino Domínguez y con la presidenta de FAPAVA, María Capellán.

El aumento continuado de casos ha llevado a la Junta a tomar nuevas medidas, una de ellas en los centros escolares donde en las próximas semanas se prevé instalar medidores de CO2 para poder analizar la ventilación y la reposición del aire. Según ha explicado en Más de Uno Valladolid el vicepresidente Asociación Española para la Salud el confort y la Calidad de Ambiente, Rafael Villagrá, estos medidores son insuficientes para evitar contagios ya que habría que combinarlos con los famosos Filtros HEPA que mantienen el aire libre de partículas.

En uno de esos centros, el IES Ramón y Cajal por el ciclo de Salud Ambiental ya disponen de medidores. Asegura el director, Marcelino Domínguez que mantener el aire de calidad es imposible y la única solución es ventilar.

Los padres y madres aplauden la medida de la Junta y la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Centros Públicos de Valladolid, María Capellán lamenta que estas medidas «llegan tarde» y se tenían que haber tomado cuando comenzó el curso.