Nuevo aspecto para propagación de Legionella

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Cuando la gente enferma por una infección bacteriana, la principal prioridad es tratar dicha enfermedad. Pero, ¿dónde vienen estos patógenos y cómo prosperan en el ambiente antes de que se produzca la infección?. Un equipo internacional dirigido por Matthias Horn del Centro Científico de Sistemas Microbiológicos y Medio Ambiente en la Universidad de Vienna ha abordado esta pregunta, empleando un patógeno bacteriano que causa enfermedades pulmonares. El resultado de su estudio se ha publicado en la revista científica mBio.

La Legionella pneumophila es el agente causante de la enfermedad del Legionario (legionelosis), una neumonía atípica que es inócua para individuos sanos pero puede requerir tratamiento de por vida en pacientes inmunodeficientes. El número de casos de esta enfermedad han ido en aumento a nivel mundial desde el año 2000, con 228 casos registrados y 10 muertes solo en Austria durante 2017. La última gran epidemia en Europa sucedió en la ciudad italiana de Brescia durante septiembre de 2018. Más de 400 pacientes sufrieron neumonía y tuvieron que ser atendidos en hospitales.

El habitat natural de la Legionella son los sedimentos de lagos y rios, pero también está presente en sistemas de agua hechos por el ser humano. «La Legionella se multiplica en el interior los protozoos como son las amebas, las cuales se destruyen una vez liberados los patógenos. Esta es, precisamente, la característica que permite a la Legionella infectar a los humanos. La enfermedad normalmente ocurre tras la proliferación de la Legionella en los protozoos», explica Matthias Horn, del nuevo centro Científico de Sistemas Microbiológicos y Medio Ambiente, quien junto a su equipo y científicos de El Instituto Pasteur y la Universidad de Michigan han investigado el ciclo de vida de la Legionella en amebas.

Protección frente a patógenos

La Legionella no es la única bacteria capaz de sobrevivir en protozoos. La familia de microeucariotas monocelulares, como son los protozoos, suelen albergar otras bacterias que no las dañan, esto se conoce como endosimbiontes. Un equipo de investigadores ha descubierto que estas bacterias infuyen significativamente en la proliferación y propagación de la Legionella. En numerosos experimentos, fueron capaces de probar que la Legionella llega a proliferar con menor eficiencia en amebas que presentan endosimbiontes. Sorprendentemente, la mayoría de amebas con endosimbiontes sobreviven de cierta forma a una infección letal de Legionella. «Estas bacterias que han proliferado previamente en amebas con endosimbiontes se han considerado menos infecciosas y efectivas para infectar nuevas amebas» señala Lena König, principal autor del estudio y estudiante doctoral en el Centro Científico de Sistemas Microbiológicos y Medio Ambiente.

Descubriendo el mecanismo molecular

Para entender mejor qué sucede dentro de la ameba, la cual alberga endosimbiontes y se ve infectada por Legionella, los científicos han pesto el ojo sobre la expresión genética de ambas bacterias. «La secuenciación de ARN permite conocer las conclusiones sobre los eventos biológicos que suceden en el interior de la ameba» según Cecilia Wentup, investigadora posdoctoral que juega un papel importante en el proyecto. König añade:«Hemos encontrado una explicación para la débil infección por Legionella. Parece que esta pierde competencia por nutrientes dentro de los protozoos, donde tanto patógeno y los endosimbiontes naturales necesitan almacenar nutrientes para sobrevivir». Consecuencia: la Legionella se multiplica más lento y no produce los factores virulentos necesarios en la infección de amebas y humanos. Por ejemplo, el patógeno falla al moverse y en almacenar los compuestos nutritivos necesarios.

Del laboratorio al ambiente

Aún que este aspecto haya ganado interés para los investigadores. Parar el crecimiento no solo funciona en condiciones controladas de laboratorio, también con amebas según se extraen del ambiente, así como la Legionella que se aisle. Los endosimbiontes de amebas son por lo tanto un factor clave para el crecimiento y propagación de Legionella no solo bajo condiciones de laboratorio, también sobre condiciones ambiente. Este aspécto es particularmente importante ya que muchas bacterias presentan simbiontes bajo condiciones naturales. El presente estudio contribuye significativamente a entender mejor el estilo de vida de estos patógenos bacteriales en el ambiente.

Puede consultar la publicación completa en el siguiente enlace: https://mbio.asm.org/content/10/3/e00333-19

Células de combustible, baratas y sustitutas de motores

Avances en las células de combustible de emisión nula, pueden abaratar lo suficiente la tecnología para sustituir los motores clásicos de gasolina en vehículos, de acuerdo con investigadores de la Universidad de Waterloo.

Investigadores han desarrollado una novedosa célula de combustible que dura como mínimo 10 veces más que las actuales. Una mejora que podría hacerlas práticamente asequibles de forma económica, tras su producción a gran escala, para alimentar los vehículos con electricidad.

«Con nuestra aproximación de diseño, el coste puede ser comparable o incluso más económico que los motores de gasolina» comenta Xianguo Li, director del Laboratorio de Células de Combustible y Energía Verde en Waterloo. «El futuro se presenta emocionante. Esta energía puede ser un éxito»

Los investigadores, inicialmente, focalizaron sus esfuerzos en vehículos híbridos, que actualmente usan tanto motores como baterías debido al problema que presenta el bajo tiempo de conducción respecto al gran tiempo necesario para cargar la batería.

Las células de combustible presentes, teóricamente, pueden sustituir estos motores, los cuales emplean generadores de corriente para recargar las baterías mientras los vehículos híbridos están en funcionamiento, pero son poco prácticos debido a su elevado coste.

Los investigadores solventaron este problema mediante un diseño que hace a las células de combustible más duraderas al proporcionar la cantidad de electricidad de forma constante más que fluctuando.

Esto implica que las células de combustible, que producen electricidad a partir de una reacción química cuando se combina hidrógeno y oxígeno produciendo agua, serían más simples y baratas.

«Hemos encontrado una vía que disminuye los costes y sigue cumpliedo las expectativas de duración y funcionamiento» señala Li, Profesor de ingeniería mecánica y mecatrónica. «Hemos buscado objetivos económicos mientras proporcionamos emisiones nulas con su aplicación en transporte».

Estos investigadores esperan que la introducción de células de combustible en vehículos híbridos, conduzca a una producción en masa que disminuya el precio por unidad. Esto puede cimentar el camino para la sustitución íntegra tanto de baterías como de motores por una fuente de energía eléctrica asequible, segura, independiente y limpia.

«Este es un buen comienzo, una transición que pueda ser la respuesta a los motores de combustión interna y el gran peligro ambiental que estos presentan» dice Li.

Li ha colaborado con el investigador Hongtao Zhang, un compañero post-doctoral, Xinzhi Liu Profesor de Matemáticas en Waterloo y Jinyue Yan Profesor experto en energía en Suecia.

La publicación de su trabajo «Mejora de la durabilidad, en células de combustible conectables a vehículos eléctricos híbridos, a través del control estratégico de energía», se encuentra en la revista Applied Energy.

Puede consultar la publicación completa en el siguiente enlace: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S030626191930337X?via%3Dihub

Elemento radiante para fachadas usando materiales de cambio de fase

Un equipo de investigadores ha desarrollado un nuevo elemento radiante prefabricado para fachadas, con elevada capacidad de almacenamiento térmico, mediante la incorporación de materiales de cambio de fase. Estos materiales permiten aprovechar el calor latente intercambiado durante los cambios de estado, lo que permite almacenar una mayor cantidad de calor en el mismo volumen con respecto a otros sistemas basados únicamente en el calor sensible.

El proyecto que ha desarrollado este material se llama Inphase y, entre los resultados obtenidos, se puede destacar que se han conseguido soluciones de acumuladores regenerativos donde la descarga se puede producir en más de un día, ampliando la posibilidad de integración con energías renovables. El proyecto está dentro del Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación Orientada a los Retos de la Sociedad.

En una primera etapa del proyecto se caracterizaron más de 10 Compuestos con Cambio de Fase comerciales, para definir el más adecuado en la utilización en la pared prefabricada. Se analizaron numerosas características como la entalpía de cambio de fase, la conductividad térmica, el calor especifico, las variaciones de volumen y sobre todo la estabilidad de todas estas características a largo plazo, para garantizar una vida útil del elemento igual o superior a la del edificio.

El siguiente reto fue diseñar un mortero con el Compuesto con Cambio de Fase correcto para esa aplicación, siendo uno de los objetivos del proyecto conseguir una incorporación directa del compuesto microencapsulado dentro de la matriz del mortero, para poderlo utilizar en los procesos de producción convencionales de elementos prefabricados. Para ello, se ensayaron las propiedades térmicas de diferentes morteros de cemento adicionados con dichos compuestos, variando el tipo y la cantidad de elementos en la mezcla.

Los resultados mostraron que las mejores propiedades térmicas se obtienen utilizando agregados de sílice y aditivos antiespumantes, y permitieron definir la formulación óptima del mortero para el elemento prefabricado.

La contaminación que ocultan muebles, limpieza y calefacción

¿Puede el aire que se acumula en interiores ser tan nocivo como el que contamina la atmósfera?

Invertimos la mayor parte del tiempo entre cuatro paredes. Las del hogar, las del trabajo, las del centro comercial… incluso el interior de los vehículos es un lugar de uso extendido en el tiempo para muchas personas. Pensamos que son barreras seguras, y que tras ellas estamos a salvo de contaminantes, pero realmente no siempre es así, pues este enemigo invisible también está presente en el interior de los edificios. El aire de la cocina, del salón, el dormitorio, el gimnasio y la oficina puede estar contaminado, y es un factor de riesgo para la salud. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha cifrado en 2 millones el número de muertes atribuibles a la contaminación interior en el mundo anualmente, y ha clasificado este fenómeno como el décimo factor de riesgo evitable para la salud de la población general.

El incremento de las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) está relacionado con: mayor frecuencia de tos nocturna, sibilancias y uso de medicación broncodilatadora, tanto en niños como en adultos. Una lista a la que se suma el riesgo de padecer cáncer de pulmón.

«Las infecciones del tracto respiratorio inferior en niños, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y los tumores de las vías respiratorias en adultos son las principales patologías a las que nos exponemos», indíca la neumóloga Isabel Urrutia, coordinadora del área de Medio Ambiente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. También reseña la importancia de afectación por contaminación interna en las personas con asma.

Un riesgo mayor para asmáticos, niños y mayores

Según recoge un artículo publicado en la revista Bronconeumología, los niveles de contaminación medidos en oficinas y viviendas, suelen estar muy por debajo de los límites permisibles para ambientes industriales. Pero también es cierto que, debido a las condiciones de humedad y temperatura, puede empeorar la percepción de la calidad del aire.

«Aunque no se puede afirmar que la peligrosidad de la contaminación interior iguale a la exterior, lo cierto que no se debe infravalorar, especialmente aquellas personas más sensibles a los agentes contaminantes como las que padecen asma, o colectivos como los niños y las personas mayores», asegura Urrutia. Y, mientras todos tenemos muy claro dónde está el enemigo cuando ponemos un pie en la calle, ¿sabemos cuáles son los contaminantes que deterioran la calidad del aire en casa y cuáles son sus fuentes?

La contaminación química es una de las principales amenazas. «Son productos de combustiones con mala ventilación o mantenimiento deficiente, como aparatos de calefacción, cocinas, estufas, refrigeradores y hornos de gas. Todos ellos liberan monóxido de carbono (CO), monóxido de nitrógeno (NO), dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2 ) y micropartículas».

Entre todos, la experta destaca el monóxido de carbono, «un gas incoloro e inodoro que se produce por la combustión incompleta de sustancias que contienen carbono». Los calentadores portátiles que utilizan queroseno, las chimeneas de leña, las calderas o los calefactores en mal estado son las fuentes responsables de liberar esta sustancia. Por otro lado, «los hogares donde se continúa utilizando biomasa (madera, carbón, hierba, restos de cosechas…) también son espacios donde esas mismas sustancias pueden disminuir la calidad del aire», apunta.

La toxicidad de los muebles y los microorganismos

No solo un calefactor en mal estado o una caldera averiada son fuentes de contaminación, también pueden serlo muchos de los muebles que nos rodean. Según Urrutia, «el mobiliario de las habitaciones y los productos de limpieza son fuente de emisión de compuestos volátiles orgánicos que incluyen formaldehído, benceno o tolueno». El formaldehído ha sido clasificado como un carcinógeno humano, y es común su presencia en madera contrachapada, paneles y aglomerados usados en la industria del mueble. Esta sustancia también aparece durante los primeros meses de envejecimiento de algunos barnices, por lo que la emisión se puede mantener en el tiempo.

El benceno no es un compuesto mejor. También es un producto carcinógeno que tiene como fuentes principales las pinturas, resinas, aceites, plásticos, detergentes y el humo del tabaco. Tampoco en la oficina nos libramos de la presencia de la contaminación interior. Estar rodeado de ordenadores, impresoras y fotocopiadoras no favorece el mantenimiento de una buena calidad del aire, más bien al contrario. Según la experta, «tanto el material de ofimática y de oficina, como los líquidos correctores o soluciones fotográficas son fuente de compuestos orgánicos volátiles».

Otras fuentes están ocultas tras organismos vivos. Fiebre, dolor de cabeza, irritación en la garganta y opresión torácica. Es el cuadro que podría describir una persona expuesta de forma crónica a contaminantes biológicos. La causa son los hongos, los ácaros del polvo y las endotoxinas producidas por bacterias como la legionella. Este microorganismo está presente en las torres de refrigeración, los humidificadores y los cabezales de ducha, y es capaz de provocar brotes epidémicos. Esta situación es evitable si se mantiene una limpieza exhaustiva de los sistemas de ventilación.

Otro de los viejos conocidos de la contaminación biológica son los ácaros del polvo y los hongos, presentes sobre todo en la ropa de cama y de baño, en las alfombras y en los muebles. Se ha demostrado que la humedad y el calor favorecen su crecimiento y pueden encontrarse en duchas y sótanos con altos niveles de humedad, así como en el agua de los humidificadores y en sus filtros. Como el resto de las fuentes de contaminación interior, podemos minimizar la exposición a las fuentes que ensucian el aire. En este sentido, Urrutia aconseja tanto mantener una buena ventilación en el hogar como evitar encender las calefacciones, cocinas o estufas en mal estado.

Síntesis de combustible a partir de sistemas de ventilación

Investigadores del Instituto Tecnológico Karlsruhe (KIT) y la Universidad de Toronto han propuesto un método que permite a los sistemas de ventilación y de aire acondicionado, producir combustibles sintéticos a partir de dióxido de carbono (CO2) y agua del aire ambiente. Los sistemas permiten separar CO2 del aire ambiente en la edificación y generar hidrocarburos sintéticos, los cuales se pueden utilizar como gasolinas renovables sintéticamente. Se presenta este concepto de «crowd oil» en Nature Communications.

Para prevenir los efectos terribles del cambio climático, los gases de efecto invernadero producidos por el ser humano se deben «limitar a cero» en las próximas tres décadas. Esto está presente desde la publicación vigente del informe especial realizado por el Grupo Interguvernamental del Cambio Climático (IPCC). El cambio necesario presenta un gran reto para la población global. Se tienen que rediseñar sectores íntegros como la producción de energía, movilidad o control de edificaciones. En un futuro, para sistemas energéticos ecoeficientes, las fuentes de energía sintética pueden presentar un punto de partida clave:«Si se utiliza energía renovable (eólica y solar) como dióxido de carbono (directamente del aire ambiente) para producir combustibles, se evitan grandes emisiones de gases de efecto invernadero» comenta el Profesor Roland Dittmeyer del Instituto de Ingeniería de Micro Procesos (IMVT) del KIT.

Debido a la baja concentración de CO2 en el aire ambiente — actualmente la proporción es del 0,038% — se tienen que tratar grandes cantidades de aire para conseguir producir una cantidad significativa de esta fuente de energía sintética. Un equipo de investigación, dirigido por Dittmeyer y el Profesor Geoffrey Ozin de la Universidad de Toronto (UoT) en Canadá, propone la descentralización en la producción de fuentes sintéticas de energía en un futuro que permita ligarse con los sistemas existentes de ventilación y aire acondicionado en edificios. De acuerdo con el Profesor Dittmeyer, las tecnologías necesarias están disponibles, y la adición térmica y material de las etapas individuales del proceso permitirá el uso de carbón a gran escala y con gran eficiencia energética.

«Queremos usar las sinérgias entre la tecnología de ventilación y de aire acondicionado por un lado y la energía y calor por otro lado, con el fin de poder reducir costes y pérdida de energía en el proceso. Además, el «Crowd oil» permite la introducción de nuevos aspectos en la transición energética ,como pueden ser los sistemas privados fotovoltáicos que han mostrado como puede funcionar óptimamente». Sin embargo, la conversión de CO2 requiere una gran cantidad de energía eléctrica para producir Hidrógeno y gas de síntesis. Esta electricidad debe estar libre de CO2, es decir que no provenga del uso de combustibles fósiles.«Una expansión acelerada de generadores de energía renovable, incluyendo sistemas fotovoltáicos en el edificio, es por lo tanto necesaria» señala Dittmeyer.

En la publicación de la revista Nature Communications, los científicos dirigidos por Roland Dittmeyer de KIT y Geoffrey Ozin de UoT, emplean análisis cuantitativos de edificios de oficinas, supermercados y hogares de bajo consumo energético; para demostrar el ahorro potencial de CO2 con la meta de descentracilar las plantas de conversión acopladas a la infraestructura del edificio. Se conoce que una parte significativa de los combustibles fósiles empleados para movilidad en Alemania, pueden reemplazarse por «crowd oil». De acuerdo con los cálculos realizados por el equipo, por ejemplo, la cantidad de CO2 que se puede capturar, potencialmente en los sistemas de ventilación, equivale a 25000 supermercados del tercer gran minorista de supermercados en Alemania (sin considerar el resto), este aspecto podría cubrir en un 30% la demanda alemana de queroseno o aproximadamente un 8% de su equivalente en diésel. Además, estas fuentes productoras de energía se pueden emplear en la industria química como punto de partida universal en síntesis.

El equipo confía en las investigaciones preliminares de los pasos en estos procesos individuales y simulaciones, entre otros, el proyecto Copérnico P2X del Ministerio Federal de Educación e Investigación. Partiendo de esta base, los científicos esperan una eficiencia energética — es decir, la proporción de energía eléctrica empleada que pueda ser utilizada en energía química — en torno a un 50-60%. Adicionalmente, se espera que la eficiencia de carbon — de forma análoga, la proporción de átomos de carbono invertidos que se puedan encontrar en el combustible sintetizado — sea de un rango entre 90% o próximos al 100%. Para poder confirmar estas simulaciones, los investigadores del IMVT y otros proyectos similares, están en desarrollo dentro del proceso completo de KIT, con una conversión estimada de 1,25 Kg de CO2 por hora.

Al mismo tiempo, los científicos han encontrado que la idea del proceso — aún integrándose por todo el terreno alemán — no podría cubrir la demanda actual de petróleo. Reduciendo la demanda de combustibles líquidos, por ejemplo mediante nuevas ideas de movilidad y el aumento del transporte público, sigue presentando una necesidad. A pesar de los componentes en esta tecnología de procesos, como las plantas de captura de CO2 y la síntesis de fuentes energéticas, están actualmente disponibles de forma comercial. En algunas situaciones, los investigadores consideran que una mayor investigación y esfuerzos en su desarrollo, junto a considerar condiciones legales y sociales, sigue siendo necesarias para poner esta visión en práctica.

Puede consultar la publicación completa en el siguiente enlace: https://www.nature.com/articles/s41467-019-09685-x

Diagnosticar con mayor precisión la exposición a contaminación aérea urbana

Una novedosa publicación, a nivel de exposición urbana sobre contaminantes aéreos y sus efectos en la salud, sugiere que una instrumentación avanzada e información de la tecnología permitirá a corto plazo que los investigadores y legisladores puedan estimar los riesgos sobre la salud de la contaminación aérea a nivel individual.

Solamente en la ciudad de Nueva York, el impacto económico de las muertes prematuras a causa relacionada con la contaminación aérea, incluyendo asma y otras complicaciones de salud, ya sean respiratorias y/o cardiovasculares, superan los 30,7 billones de dólares cada año. Globalmente, se atribuyen 4,2 millones de muertes cada año debido a la contaminación aérea, haciendo que ésta sea el quinto factor mortal de riesgo de acuerdo a un estudio del año 2015 publicado en The Lancet.

Un equipo de investigación interdisciplinar de la Universidad de Nueva York, dirigido por Masoud Ghandehari, Profesor asociado de la UNY en el departamento de Ingeniería Urbana y Civil, y del Centro de Ciencia Urbana y Progreso (CUSP), publicó una exhaustiva investigación de los esfuerzos recientes para evaluar el impacto de la contaminación del aire en las ciudades.

Junto a Ghandehari, los co-autores son Andrew Caplin, Profesor de la UNY en el departamento de Economía; Paul Glimcher, Profesor de Ciencia Neuronal y Psicología; George Thurston, Profesor de la Escuela de Medicina de la UNY en el departamento de Mediciana Ambiental y Salud sobre la Población; y Chris Lim, doctorado por la Escuela de Medicina.

Su estudio, publicado en Nature Communications, detalla como los datos recogidos por los sensores ambientales dispuestos en edificios y postes de farolas, así como sensores móviles, se combinaron con información socioeconómica, patrones de comunicación y costumbres en el estilo de vida, como es el ejercicio al aire libre para generar modelos sobre la exposición a la contaminación a nivel de barrios residenciales. Estos estudios se realizaron en grandes centros urbanos, incluyendo Nueva York, Hong Kong y San Francisco, informando sobre legislación pública sobre los límites de contaminación aérea y planes de actuación climática.

Así mismo, los autores discuten sobre el uso de sensores avanzados y tecnología de información pueden conducir a unos descubrimientos mayores, ofreciendo un gran potencial para evaluaciones más precisas, a nivel individual. «Una de las preguntas que queremos responder es ¿cómo difiere la contaminación entre distintas personas y por qué?» comenta Ghandehari.

Ghandehari detalla que la evaluación del nivel de contaminación pasa por alto factores como la movilidad de cada individuo — incluyendo desplazamientos en coche, bus, bicicleta o a pie, y a menudo no consideran el control de las conciciones climáticas dentro de la vivienda o la etápa de vida. Por ejemplo, los estudiantes y adultos en horario de trabajo, se mueven más que los ancianos y por ello están más expuestos. Por otro lado, los niños pueden experimentar problemas de salud de por vida como consecuencia de la contaminación.

El nivel socioeconómico se presenta como otro factor que aumenta la exposición a la contaminación aérea como también aumenta el riesgo de asma y enfermedades cardiovasculares. «Cualquier persona de cada nivel del espectro económico vive en zonas contaminadas, pero presentan diferentes efectos en su salud» señala Ghandehari. «Empleando la tecnología para estudiar relaciones directas e individuales entre la contaminación y los efectos sobre la salud — mejor que relaciones por grupos sociales — producirá pruebas, basándose en estos argumentos, que cambien los posibles aspectos que puedan afectar con gran riesgo de impactos negativos sobre la salud».

Puede consultar la publicación completa en el siguiente enlace: https://www.nature.com/articles/s41467-019-09155-4

Los contaminantes del medio ambiente afectan al envejecimiento celular

Investigadores han descubierto relaciones entre algunos contaminantes con enfermedades, un descenso en la esperanza de vida y signos de envejecimiento prematuro, como arrugas y manchas de edad. Pero, ¿puede el envejecimiento acelerado ser detectado a nivel celular en personas sanas expuestas a contaminantes? Actualmente, investigadores de la revista ACS Environmental Science & Technology señala las características del envejecimiento en la población (ADN mitocondrial y longitud telomérica), los resultados no están tan claros.

Algunos contaminantes ambientales producen que la mitocondria — la fuente de energía celular — libere más especies más reactivas, que pueden dañar el ADN, en estos orgánulos y producen inflamación. Los telómeros, los extremos protéicos terminales de ADN al final de los cromosomas que permite que estos continuen dividiendose, también son sensibles a situaciones de estrés ambiental. Telómeros cortos son un indicio de envejecimiento, mientras que telómeros inusualmente largos se pueden encontrar en células cancerígenas. Michelle Plusquin y colaboradores de la universidad de Hasselt buscan si los contaminantes de forma aislada, o combinaciones de estos, pueden afectar al ADN mitocondrial o longitud telomérica en la población.

Para poder conocerlo, los investigadores analizaron varios contaminantes en muestras de sangre y orina de 175 adultos (entre 50 y 65 años de edad) inscritos en el estudio Flemish de Medio Ambiente y Salud. El equipo determinó el contenido de ADN mitocondrial y longitud telomérica de las células sanguíneas de los participantes. Los investigadores emplearon modelos de varios contaminantes para estudiar los mismos de manera simultanea, una novedosa aproximación en ciencias medio ambientales. Encontraron que la gente con niveles elevados en orina de cobre y ácido sulfónico-perfluorohexanoico tienen una disminución del contenido de ADN mitocondrial, mientras que un nivel elevado de cobre y ácido perfluorooctanóico están relacionados con telómeros más cortos. Por otro lado, algunos contaminantes están asociados tanto con el contenido de ADN mitocondrial como telómeros largos. Estos descubrimentos sugieren que los contaminantes repercuten en los signos de envejecimiento celular, a pesar de que se necesite más investigación para determinar el mecanismo de acción y los efectos biológicos, señalan los investigadores.

Puede consultar la publicación completa en el siguiente enlace: https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acs.est.8b07141

Los asistentes virtuales pueden salvar vidas según investigadores de la Universidad de Washington

Un grupo de investigadores de la Universidad de Washington ha tomado parte de la tecnología actual y la ha utilizado como una herramienta que podría salvar vidas en los hogares.

La solución que proponen es monitorizar la respiración de las personas durante el sueño de la noche, siendo capaz de detectar problemas que puedan derivar en un paro cardíaco. Para ello han incorporado a su investigación plataformas como Google Home, Amazon Alexa y cualquier aplicación inteligente que pueda detectar algún indicio de respiración forzada y avisar automáticamente a los servicios de emergencia.

«Imaginamos un sistema que supervisa continuamente el dormitorio para un evento de respiración agónica, y alerta a las personas cercanas para que proporcionen RCP. Si no hay respuesta, el dispositivo puede llamar automáticamente a emergencias», explica Shyam Gollakota, coautor asociado y profesor de la Escuela Paul G. Allen de Ciencias de la Computación e Ingeniería de la Universidad de Washington.

Configuración del asistente virtual

Los investigadores reunieron sonidos de respiración agónica de llamadas reales a los servicios médicos de emergencia de Seattle. Debido a que los pacientes con paro cardíaco a menudo están inconscientes, los transeúntes registraron las respiraciones agónicas colocando sus teléfonos en la boca del paciente para que el operador pudiera determinar si el paciente necesitaba RCP inmediata.

El equipo recopiló 162 llamadas entre 2009 y 1017 y extrajo 2.5 segundos de audio al inciio de cada respiración agonal para obtener un total de 236 clips. El equipo capturó las grabaciones en diferentes dispositivos inteligentes y usó varias técnicas de aprendizaje automático para aumentar el conjunto de datos a 7,316 clips

Se recogieron también sonidos de respiración normal durante el sueño, incluidos ronquidos o apnea obstructiva del sueño para obtener de «datos negativos». Con esta base los asistentes virtuales pueden diferenciar cuándo se debe alertar y cuando no.

Pruebas con los dispositivos inteligentes

A partir de estos datos el equipo aprende automáticamente para generar una herramienta de detección de respiración agonal durante el 97% del tiempo que el dispositivo está colocado junto a una fuente de sonidos hasta una distancia de 6 metros.

El equipo probo el algoritmo para asegurar de que no clasificaría accidentalemente un tipo diferente de respiración. «No queremos alertar a los servicios de emergencia ni a los seres queridos innecesariamente, por lo que es importante que reduzcamos nuestra tasa de falsos positivos», destacan los investigadores.

Control de la huella de carbono y consumo sostenible con la novedosa tarjeta de crédito Do Black

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Los usuarios de las tarjetas de crédito Mastercard tienen la posibilidad de conocer, comprender y controlar su propia huella de carbono. Mediante una colaboración de Mastercard y Doconomy, las compañías han creado una nueva tarjeta con la meta de luchar contra el cambio climático. Para ello buscan que los usuarios se hagan responsables de su propia huella y busquen maneras de reducirlas.

La solución informa sobre los efectos ambientales de las decisiones de consumo y proporciona a los usuarios las herramientas necesarias para impulsar el cambio por medio de alternativas sostenibles.

Además de ofrecer la oportunidad de hacer el consumo más sostenible, los ususario podrán solicitar una tarjeta ecológica y biodegradable. La tarjeta, impresa con tinta ecológica (air-Ink) y sin banda magnética, es la primera de su tipo a nivel mundial. Es una iniciativa de servicios de pago más tangible dentro del SDG 12 a nivel mundial.

El alumbrado público y los semáforos de Pamplona seguirá funcionando con electricidad de origen renovable

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La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado la contratación del suministro energético que alimenta alumbrado público y semáforos. Será 100 % renovable, con un gasto de 2.8 millones de euros (IVA incluido).

La adjudicataria es Ondemand Facilities, S.L. El importe se divide en 1.2 millones de euros en el presupuesto de este año y 1.6 millones en del año siguiente, del 1 de Agosto de 2019 al 31 de julio 2020. el total se repartirá en 2.780.000 para el alumbrado público, y 20.000 para los semáforos. El contrato recoge la opción de dos prórrogas anuales.

Pamplona cuenta con más de 33.500 puntos de luz de alumbrado público y ornamental, de fuentes o de centralizaciones de riego con sus correspondientes centros de mando y centros de transformación, garantizando la iluminación en la vía pública en horario nocturno. Además, cuentan con 1.100 semáforos repartidos en 180 cruces regulados, entre otros. Cada uno de ellos se controla desde 236 CUPS (códigos universales del punto de suministro) y unos 10 contratos eventuales incluidos en la nueva licitación.

El criterio para la adjudicación ha sido el precio. La cifra señala es estimada, ya que se abonarán los suministros efectivamente realizados. Para que sea lo más ajustado posible al precio de mercado de la energía, se han previsto ajustes del precio energético de los suministros que se efectúen. Así se quiere conseguir que el Ayuntamiento abone un precio lo más cercano al precio de mercado y las empresas licitadores tengan menos incertidumbre en el momento de realizar la oferta en el concurso. El licitador únicamente podía ofertar una bajada sobre el precio de la energía suministrado y no regulada.